Leer Los Jardines de la Luna (Malaz: el libros de los caídos 1) de Steven Erikson ha sido una de las experiencias literarias más desafiantes que he tenido en mucho tiempo. Desde el primer momento en que abrí el libro, me di cuenta de que no me encontraba ante una novela de fantasía común y corriente. Erikson no se molesta en facilitar las cosas; te lanza de lleno a un mundo inmenso y complejo, sin darte la más mínima pista sobre cómo moverte en él. Y la verdad es que, al principio, esto me asustó un poco. Es fácil sentirse perdida en un mar de nombres, lugares y conceptos que parecen no tener fin.
Pero, y este es un gran «pero», esa misma complejidad es lo que hace que la lectura sea tan gratificante. A medida que avanzaba en las páginas, me fui sumergiendo más y más en este universo tan rico en detalles, donde cada nuevo capítulo te revela algo fascinante. No es un libro que te lo dé todo masticado, y eso lo convierte en una aventura. Para mí, esto fue un punto a favor, aunque reconozco que no es para todos los gustos. Si buscas una fantasía que te haga pensar y que te desafíe, entonces Los Jardines de la Luna es justo lo que necesitas.
Personajes Multifacéticos
Una de las cosas que más me han gustado de Los Jardines de la Luna es la cantidad y la profundidad de sus personajes. Al principio, es cierto que me sentí abrumada. ¿Cómo no perderse con tantos nombres y tramas entrelazadas? Pero lo que descubrí es que, a pesar de ser tantos, cada personaje tiene una personalidad tan definida y única que es imposible no conectar con ellos de una forma u otra.
Me encantó, por ejemplo, la moralidad gris que Erikson les da a sus personajes. Aquí no hay héroes perfectos ni villanos unidimensionales; todos son complicados, con sus propias luchas internas y decisiones difíciles. Paran, Whiskeyjack, Lorn y, sobre todo, Kruppe, me dejaron una impresión profunda. Erikson logra hacer que te importen, que te preocupes por su destino, y eso no es fácil de conseguir con tantos personajes de por medio. Sin embargo, entiendo que esta misma riqueza puede ser abrumadora si prefieres personajes más sencillos o arcos narrativos menos intrincados.
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Intrigas y Conspiraciones: La Trama
La trama de Los Jardines de la Luna es como un rompecabezas gigante, lleno de intrigas políticas, batallas épicas y seres sobrenaturales que influyen en todo lo que sucede. Lo admito: hubo momentos en los que me sentí totalmente perdida. Erikson no se detiene a explicarte cada detalle, lo que puede hacer que la historia se sienta fragmentada y confusa en algunas partes. Para alguien que, como yo, está acostumbrada a tramas más lineales, esto fue un verdadero reto.
Sin embargo, conforme fui avanzando, las piezas empezaron a encajar y me di cuenta de lo bien que Erikson maneja la historia. Es un libro que requiere paciencia, pero si estás dispuesta a invertir el tiempo, la recompensa es enorme. La sensación de desconcierto inicial se va disipando, y lo que queda es una trama compleja, bien hilada, que te mantiene pegada a las páginas hasta el final.
Estilo Narrativo
No puedo hablar de Los Jardines de la Luna sin mencionar el estilo de escritura de Erikson. Su prosa es, en una palabra, densa. A veces críptica. Y sí, lo admito, hubo momentos en los que me desesperé un poco. Es un tipo de escritura que exige mucho del lector, y sé que no todo el mundo lo disfrutará. Si prefieres una narración más directa, es posible que esta novela te resulte frustrante.
Sin embargo, para mí, fue precisamente este estilo lo que me enganchó. La riqueza de su lenguaje, la forma en que describe el mundo de Malaz, es simplemente impresionante. Erikson no solo cuenta una historia, sino que te sumerge en un universo lleno de vida, de magia, de historia. Es como si cada palabra estuviera cuidadosamente seleccionada para evocar una imagen, una sensación. Sí, es un desafío, pero uno que vale la pena enfrentar.
Desentrañando el Mundo de Malaz
El mundo de Malaz es tan vasto y complejo que es fácil sentirse abrumada. La magia, los dioses, las intrigas… todo está entrelazado de una manera que no siempre es fácil de entender. Al principio, me molestó un poco no tener una explicación clara de cómo funcionaban las cosas. Estaba acostumbrada a otros libros de fantasía donde todo se te explica desde el principio, y aquí, Erikson simplemente te lanza al ruedo sin más.
Pero, una vez que superas esa fase de desconcierto, te das cuenta de que esta falta de explicaciones también tiene su encanto. Es un mundo que se va desvelando poco a poco, a medida que avanzas, y eso añade una capa de misterio que lo hace aún más interesante. Es un lugar lleno de secretos, y me encantó la sensación de estar descubriéndolos junto a los personajes.
¿Vale la Pena Leer Los Jardines de la Luna?
Al final, Los Jardines de la Luna es un libro que no deja indiferente. Entiendo perfectamente que no sea para todo el mundo. Es una novela difícil, que requiere paciencia y una mente abierta a la confusión inicial. Si estás buscando una fantasía fácil de digerir, este no es el libro adecuado. La trama compleja y la prosa densa pueden hacer que algunos lectores tiren la toalla antes de tiempo.
Pero si, como yo, disfrutas de un buen desafío literario, si te gustan las historias que te obligan a pensar, a sumergirte de lleno en un mundo nuevo, entonces Los Jardines de la Luna te recompensará con creces. No es un libro que se lee de una sentada, ni tampoco uno que se entienda completamente a la primera. Pero esa es parte de su magia. Es una historia rica, llena de detalles, con personajes inolvidables y una trama que, aunque difícil, merece la pena desentrañar.
En resumen, Los Jardines de la Luna no es una lectura fácil, pero si te atreves a enfrentarte a su complejidad, encontrarás una de las experiencias más gratificantes que la fantasía moderna tiene para ofrecer.
Nota: 7.5/10
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